
Ser una mujer rusa guapa no es tarea fácil, así de duros e irreales son los estándares de belleza en Rusia. A diferencia de muchos países donde la belleza femenina es subjetiva y depende de las preferencias personales, en Rusia hay un ideal muy estricto y casi inalcanzable de cómo debe lucir una mujer. Peor aún, incluso aquellas que logran alcanzar este estándar lo hacen por un breve periodo de tiempo, ya que después de los 30 años muchas son consideradas «viejas» y, por lo tanto, dejan de entrar en la categoría de belleza.
Un estándar imposible de alcanzar
Las mujeres rusas están sometidas a una presión constante para mantener una imagen impecable. Ser «guapa» no significa simplemente tener un rostro bonito; implica cumplir con un sinfín de requisitos:
- Cuerpo delgado, pero con curvas: Se espera que las mujeres tengan una figura estilizada, pero sin perder feminidad.
- Rostro juvenil y sin imperfecciones: El envejecimiento no está permitido. Desde edades tempranas, las mujeres recurren a tratamientos estéticos para mantenerse «frescas».
- Cabello siempre arreglado: Un peinado descuidado es sinónimo de falta de feminidad.
- Maquillaje impecable: Muchas mujeres rusas no salen a la calle sin arreglarse.
- Ropa elegante y tacones: Aún en situaciones cotidianas, se espera que las mujeres se vistan con esmero.
Y aunque una mujer cumpla con todo esto, el tiempo juega en su contra: después de los 30, la sociedad ya no la considera tan atractiva como antes.
La dictadura de la belleza: salones y cosméticos por todas partes
Los estándares de belleza en Rusia han creado una industria de belleza enorme. Basta con dar un paseo por cualquier ciudad para ver la cantidad de salones de belleza, spas, clínicas de estética y tiendas de cosmética.
Las mujeres rusas gastan una fortuna en manicura, depilación, tratamientos faciales, cirugías y productos de cuidado personal. La presión social es tan grande que parece casi obligatorio seguir esta rutina de embellecimiento para ser aceptada.
Mientras tanto, la oferta de productos y servicios de belleza para hombres es mínima. Para ellos, con ducharse y cortarse el pelo ya es suficiente para recibir halagos.
Los hombres rusos: acostumbrados a la belleza femenina
Los hombres en Rusia están tan rodeados de mujeres hermosas que muchas veces no las valoran. Han crecido viendo a sus madres, hermanas y parejas esforzarse constantemente por verse perfectas, así que lo dan por sentado. Además, se sienten en derecho de criticar la apariencia de cualquier mujer, sin importar si ellos mismos cumplen con ningún estándar.
Mientras que a las mujeres se les exige casi la perfección, los hombres pueden permitirse mucho más: una barriga cervecera, ropa descuidada o falta de higiene no son razones suficientes para que sean rechazados. De hecho, el simple hecho de ir a un barbero y vestir ropa limpia ya los convierte en «atractivos».
La crítica constante entre mujeres
Lo más alarmante es que no solo los hombres critican a las mujeres, sino que también lo hacen otras mujeres. En Rusia, la competencia entre mujeres es feroz, y muchas veces se atacan entre sí, especialmente en redes sociales.
Cualquier mujer que tenga una presencia pública en Internet es juzgada primero por su apariencia antes que por su contenido. Si una influencer, una periodista o una simple usuaria publica un video o una foto, los comentarios no tardan en centrarse en su peso, su piel, su maquillaje o su ropa.
Conclusión
Ser una mujer en Rusia implica vivir bajo una presión constante para cumplir con un ideal de belleza inalcanzable. Desde la adolescencia hasta los 30, se espera que las mujeres sean impecables, pero una vez superan esa edad, su atractivo es puesto en duda. Mientras tanto, los hombres pueden permitirse una actitud mucho más relajada y seguir siendo considerados atractivos sin mayor esfuerzo.
